Estar casado tiene también ventajas fiscales. Cuando leas esto quizá entiendas por qué hay muchos alemanes que deciden casarse a finales de año... Mediante la selección de la clase tributaria adecuada puedes controlar de antemano las retenciones, porque se aplican distintos importes libres de impuestos e importes globales.
¿Cómo dividimos nuestras clases tributarias?
Pues la mejor combinación es la clase III+V. En esta situación se pueden igualar los impuestos en el momento de recibir la nómina con los impuestos reales que la pareja tenga que pagar para sus ingresos en conjunto. Funciona especialmente cuando el cónyuge que gana más escoge la clase III y el que gana menos entra en la clase V y siempre y cuando las partes proporcionales del ingreso anual se dividan de esta manera: 60% (clase III) y 40% (clase V) entre los dos.Si el cónyuge en clase V gana más del 40% del ingreso global finalizando el año habrán pagado demasiados impuestos y se realizará una devolución -Steuerrückzahlung-; si gana menos del 40% tendrán que pagar impuestos atrasados -Steuernachzahlung-.
Otra opción es quedarse ambos en la clase IV. Entonces se pagan los impuestos verdaderos si ambos cónyuges ganan exactamente lo mismo. En caso contrario acumularán más impuestos durante el año y al final se realizará una devolución de impuestos. Por tanto, no se trata de un ahorro de impuestos porque después de la declaración de la renta siempre se pagan los mismos impuestos. Se trata simplemente de distribuir bien los impuestos al pagar el IRPF en caso de que las nóminas sean muy dispares, como explican en PortalAlemania.com.
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