Texto de Mayte Medrano

Un deporte fácil, divertido, no es caro y resulta sorprendentemente social. Después de su triunfo en España, la fiebre por el Pádel ha llegado a Alemania.

Eso dicen los aficionados a este nuevo deporte, que engancha. Para los pocos que aún no conocen el Pádel, sigan leyendo. Viene del Tenis aunque es mucho más ligero, dinámico -y confiesan- mucho más divertido. Un juego que practican alrededor de tres millones de personas en España según la Federación Española de Pádel y para el que hay registradas más de 50.000 licencias. Resulta fácil para todos y además no es sólo una afición deportiva si no también es una nueva oportunidad de negocio.

“Creo que es un deporte muy fácil para iniciarse porque la mejoría es palpable en seguida y esto motiva a todos” advierte Toño M. Guarinos, jugador de Pádel a nivel regional en Castilla –La Mancha. “Socializa como ningún otro deporte: se necesitan 4 jugadores y suele jugarse entre amigos. En la mayoría de los casos celebrando siempre la victoria o la derrota todos juntos,” concluye.

Olvídense del Paddle Tenis porque no tiene las mismas normas. Toma el nombre de palabra pala o raqueta -en inglés paddle- que españolizada se convierte en Pádel y está registrado en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. 

Sólo necesitamos algo de coordinación, dos equipos de dos jugadores a cada lado, unas palas y unas pelotas de tenis. Se dice que el Príncipe Alfonso de Hohenlohe lo trajo a España y un empresario se lo llevó a Argentina en el año 86, pero el verdadero origen está en México y fue Enrique Corcuera, jugador de frontón, quien añadió una pared de tres metros a la originaria y creó así este deporte.

Es que es innegable, por lo tanto, la herencia del Frontón y del Tenis en el Pádel.  Miguel Medina, presidente de la Federación Española de Pádel (FEP) recuerda que la primera generación de jugadores buenos provenía del tenis: Semprún, Lahoz, Choya, Rodriguez Piñón o Losada, entre otros. Pero “la cosa ha variado mucho. Ahora se inician directamente en el Pádel, como Paquito Navarro y Patty Llaguno, campeones de España absolutos,” afirma. 

De hecho ya lo es, según explica Medina. El porcentaje de participación de las mujeres es elevadísimo. Este juego ha conseguido que muchísimas mujeres de más de 35 años que jamás habían participado en competiciones deportivas lo hayan hecho por primera vez. Eso es un mérito que ningún otro deporte ha conseguido nunca.

La inversión en cualquier deporte depende del grado de profesionalidad. Pero en concreto en el Pádel, la mayoría de los clubes ofrecen el alquiler de las palas y las pelotas.

Si la economía lo permite, se puede jugar con palas propias por alrededor de 100 euros. Otro gasto importante para este juego son las zapatillas. Deben ser específicas para evitar resbalarse y están en el mercado desde 40 hasta 200 euros.

Algunos grandes almacenes deportivos ya cuentan con material específico para el Pádel pero Internet es un buen aliado para encontrar todo el equipamiento necesario para prepararse. 

Es fácil apuntarse a cualquier circuito porque los hay en cada comunidad, provincia, incluso cada club tiene su propia ronda de torneos. No obstante, el imprescindible es el World Padel Tour, donde se dan cita las palas más importantes del mundo. Este campeonato tiene cerca de 30 pruebas repartidas por España, Portugal y Argentina. 

En España muchas ciudades por pequeñas que sean cuentan con varios clubes de Pádel. Un ejemplo es Toledo, que con 83.000 habitantes tiene alrededor de 60 pistas. Es un boom deportivo y cada club mejora sus previsiones cada año.

Sin embargo es necesario tener cautela y dosificar el negocio. Para ello, muchos clubes han añadido a sus pistas salas y gimnasios para practicar Zumba y Spinning, enfocados a la preparación física para este deporte.

Ya no basta con alquilar las pistas exclusivamente. Hay que especializarse, tener escuelas, tener buenos técnicos y equipos que participen en competiciones fuera del Club, recomiendan desde la FEP. 

La FEP prevé que en el resto de Europa se produzca una explosión parecida a la que se ha dado en Argentina y España “aunque por ahora sólo se estén dando los primeros pasos,” puntualiza Medina. Alemania es un buen ejemplo. A pesar de que el número de pistas totales en todo el país no llega a 25, son cada vez más numerosos los aficionados.

El ex tenista profesional Darek Nowicki, jugador de la selección alemana, es un aficionado más que cada fin de semana busca un hueco para practicarlo. Lo conoció durante unas vacaciones en Mallorca. “Yo vengo del tenis y encuentro algunas diferencias grandes, pero en definitiva, esto es mucho más divertido. Y creo que en Alemania se necesitan más pistas para alcanzar el nivel español” bromea el ex tenista.

Andreas Kopk, jugador de Pádel desde hace unos años, ya no se sorprende al ver el interés que ha despertado el Pádel también en su región, Renania del Norte-Westfalia. “La gente viene y en 15 minutos ya saben jugar. Los principiantes pueden jugar con intermedios, algo que no pasa en el tenis normalmente”.

Kopk descubrió este deporte durante un viaje a Cádiz. Le sorprendió el uso de palas de playa en una pista y preguntó si podía probarlo. “Esto engancha a quien lo prueba. Haces deporte con música y en un ambiente relajado, ¿qué mejor plan?”.

Para Mike Rose, propietario de un club de Pádel en la localidad de Herne, en Renania del Norte-Westfalia, el éxito ha superado las expectativas. “Tenemos unos 100 jugadores”. “Cuando empezamos sólo abríamos tres horas al día y hoy estamos abiertos hasta 12 horas”. Con esta demanda planea abrir otra nueva pista en primavera –las únicas cubiertas en Alemania- con materiales fabricados íntegramente en España.

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