Mayte Medrano
A finales de enero rodarán una video y tocarán en Venecia. Es el próximo proyecto de A solas sin mí, el grupo alemán que canta en español porque es el idioma "que me hace sentir en casa”, como explica Miriam Suárez, quien compone y pone voz a cada una de las canciones. Después de diez años, quieren llevar a España su pop latino "porque siempre ha sido una necesidad saber qué sienten allí con nuestra música". Su nuevo single "¿Me puedo quedar a dormir?", está incluido en el cuarto trabajo. Un disco que verá la luz en marzo bajo el título Aire y con el que, confiesan, pretenden dejar a un lado esa dulce melancolía sin huir de la esencia de su sonido. Un sonido que cuenta cada dia con más adeptos entre un público ahora, mitad español, mitad alemán. En el mismo estudio de grabación de Essen nos han contado los secretos de sus canciones.
A Miriam se le ilumina la cara la hablar de los comienzos. Hija de los primeros inmigrantes llegados de Asturias hasta esta región alemana, la música es para ella más que una terapia. Al fin y al cabo, cada uno utiliza sus trucos para canalizar lo que siente. Ellos han elegido la música, por suerte para el público, para hablar "de lo que no nos atrevemos a decir, pero necesitamos contar."
TheSunnyStreet: Y puestos a confesar, ¿porqué A solas sin mí?
Miriam Suárez: Significa ausente porque en el colegio, a David (que se marchó del grupo hace un año y medio) y a mí nos decían que estabamos siempre distraidos, en mundos imaginarios... (risas)
TSS: El intimismo está muy presente en vuestro trabajo y habéis conseguido hacer de la melancolía un sello propio.
M.S: Yo soy melancólica. Todo lo que se acumula necesito canalizarlo. Si hay alegría, en cambio, es fácil demostrarla a los que te rodean pero yo manejo la melancolía porque es cierto que los son momentos en los que más productivo eres.
TSS: ¿Y qué nos trae Aire?
M.S: Es un disco de cuatro canciones. En este trabajo, los temas no pierden nuestra esencia pero es cierto que son más cañeras. Además tenemos nuevos músicos y, aunque parte de los que éramos en el inicio continuamos, es un trabajo más maduro porque es la primera vez que contamos con un productor musical profesional.
TSS: Ahora que se cumplen diez años sobre los escenarios, ¿en qué lugar del camino os encontráis?
M.S: Ha habido muchos cambios pero siempre estamos buscando objetivos nuevos y el próximo es tocar en España, que es un sueño personal desde que comenzamos.
TSS: ¿Dónde componéis?
M.S: En casa con la guitarra y aquí, en el estudio cada uno colabora. No obstante, todos componemos cosas que luego trabajamos juntos. Damos la vuelta a baladas de las que salen giros más latinos... nos gusta ir creando en el estudio.
TSS: ¿Cómo empezó todo?
M.S: Empecé a grabar con mi guitarra temas míos en un estudio donde hacía las prácticas audiovisuales. Completaba las canciones tocando los instrumentos de otros grupos que pasaban por ese mismo estudio. Llegué a grabar hasta 16 canciones. Pero un día se llevaron los bajos, las guitarras... y entonces busqué a David, amigo mío de toda la vida que dejó el grupo. Tocamos juntos y más tarde llegó el pianista. En unos meses nos salió un concierto. (sonríe)
TSS: ¿Qué recordáis de ese momento?
M.S: Fue un momento muy muy especial. Encima era en mi pueblo, en el norte de Essen. El público eran amigos y familiares ¡pero era la primera vez que tocabamos para la gente! Luego empezó un batería que estaba entre el público y, poco a poco, fuimos creciendo.
TSS: ¿Ha cambiado vuestro público?
M.S: Al margen de la familia, los alemanes fueron los primeros en escuchar nuestros temas y parece que funcionó bien. Ahora en cada concierto descubrimos que el público tararea todas las canciones porque son también españoles. Es una sensación muy emocionante ver a grupos de españoles que cantan las canciones al mismo tiempo... eso es algo que yo siempre he querido saber: conocer cómo reacciona el público español.
TSS: ¿De qué se nutre A solas sin mí?
M.S: De toda la música que nos llega. El jazz, latino, incluso la música griega (risas). De España adoro la mayoría de los trabajos que se hacen ahora, especialmente Amaral a quien tuve la oportunidad de conocer después de un concierto suyo en Colonia.
TSS: Para tocar, ¿bares pequeños, teatros o conciertos en zonas abiertas?
M.S: Pequeños. En bares pequeños. A veces me siento como en casa y me sincero con el público. Todo depende de la primera sensación que sintamos cuando pisamos un escenario. Eso nos dice lo que va a pasar en las próximas horas. A veces todo fluye y me sincero y el público se convierte en parte de las canciones de forma muy directa.
TSS: Las letras reflejan sentimientos íntimos con los que cualquiera se siente identificado. ¿Qué supone para tí componer las canciones?
M.S: Grabar y cantar tantas veces las canciones es una forma de apartar esos problemas de los que hablo. Los dejo atrás y cierro etapas. Está claro que alguna vez me sigo emocionando con algún tema especialmente pero es una terapia. Ya no duele aquello que me empujó a escribir... Aunque esos recuerdos son parte de mí, son como fotografías.
TSS: Y escribir en español ¿era indiscutible?
M.S: Sí. En mi casa se habla alemañon. Y aunque nací aquí, aprendí a hablar alemán en la guardería, es decir que las primeras palabras que escuché eran en español. Este idioma es lo que me hace sentir en casa.
Escribir comentario